Osteopatía integral es un concepto holístico en su más amplio sentido de la palabra. Desde el plano del bienestar integral, incluyendo un proceso de atención biopsicosocial, hasta lo dermoneuromuscular.

Son  diferentes las áreas que competen al osteópata, donde la conjunción de todas ellas crean una atención integrativa del cuerpo, mente y emociones.

• Osteopatía Estructural, entendiendo una acción sobre los sistemas músculo-esquelético y osteo-articular;
• Osteopatía Visceral, interviniendo en sus áreas para mejorar la motilidad de la unidad de la víscera y el movimiento entre cada una de ellas;
• Osteopatía Sacro-Craneal, siendo este un área muy importante entre los diafragmas pélvico y craneal.

Los beneficios del trabajo integral en Osteopatía se experimentan desde los primeros momentos; por eso es fácil «creer» en Osteopatía.

La diversidad de técnicas manuales que la conforman -más de 25 tipos diferentes- así como el aumento de la investigación y la especialización realizado en las últimas décadas, permite que la osteopatía pueda aplicarse a personas de diversas edades y condiciones clínicas, con un objetivo preventivo, paliativo o coadyuvante.

Es importante en el Siglo XXI, por el tipo de vida que llevamos, la intervención no invasiva en todos los elementos del cuerpo humano, más allá de la busqueda por fracciones en la intervención sanitaria.

Acércate a la Osteopatía y experimenta sus beneficios.

«Equilibrio y bienestar desde el interior con osteopatía integral»

Prevención integral  es una herramienta de medicina preventiva manual: ayuda a mantener el cuerpo en equilibrio, a detectar desequilibrios antes de que se agraven y a favorecer una recuperación más natural y duradera.

La prevención y la osteopatía se complementan de forma natural, porque ambas buscan cuidar la salud desde un enfoque integral y no solo tratar síntomas cuando ya hay enfermedad o dolor.

Prevención primaria (antes de la enfermedad)

• La osteopatía ayuda a mantener el equilibrio estructural y funcional del cuerpo.
• Mejora la movilidad articular, la circulación y el sistema nervioso, lo que reduce el riesgo de lesiones musculoesqueléticas.

Prevención secundaria (detección precoz)

• El osteópata puede identificar tensiones, restricciones o desequilibrios antes de que aparezcan síntomas graves.
• Con técnicas suaves se pueden liberar bloqueos que, si se mantienen, podrían derivar en hernias discales, dolores crónicos o problemas digestivos asociados.

Prevención terciaria (evitar complicaciones)

• Tras una lesión o enfermedad, la osteopatía ayuda a recuperar la función y evitar recaídas.

Prevención cuaternaria (evitar excesos médicos innecesarios)

• La osteopatía ofrece un abordaje manual y no invasivo que, en muchos casos, reduce la dependencia de fármacos y evita intervenciones innecesarias.
• Siempre se integra como complemento a la medicina, respetando las indicaciones médicas.

La Osteopatía respeta la función del cuerpo de forma natural.