Son los egipcios que exponen en gráficos las primeras manipulaciones: una cabeza peronéa, un codo o un hombro, aunque se encuentran diferentes pinturas rupestres, especialmente en España y Francia, sobre distintas disfunciones de la columna vertebral. Los griegos intensifican los estudios al respecto, pasando por diferentes culturas posteriores, hasta que en 1892 nace la primera escuela oficial de osteopatía en Estados Unidos, debido a la investigación y práctica de un cirujano, Andrew Taylor Still, que cansado de no ver resultados en la medicina y cirugía de su tiempo, y por la muerte de tres de sus hijos por meningitis cerebro-espinal, sin que se pudiera hacer nada por ellos, estudió durante tres décadas el desarrollo de esta ciencia, “sumun” de la terapia manual, que en 1874 llamó Osteopatía.

En Europa, a través del Reino Unido, llega la osteopatía por dos discípulos directos de Still, Wayne G. Sutherland y John Martin LittleJohn, quien expanden por el Viejo Continente esta ciencia.

Ya en la actualidad, a finales de 2015, se publicó la Norma Europea EN 16686/2015 sobre “Prestación de asistencia sanitaria en osteopatía”, cuya aprobación fue publicada en el BOE, (España), de 21 de enero de 2016. Dicha norma fue elaborada por el Comité Europeo de Normalización, (CEN), formado en ese momento por representantes de 34 países y con la mediación del CEN/TC 414 “Services of Osteopathy”. La misma, especifíca los requisitos y recomendaciones para la prestación de asistencia sanitaria, la dotación de instalaciones y equipos, la formación, y el marco ético para la buena práctica de la osteopatía.

¿Cómo se desarrolla una sesión de Osteopatía?

El osteópata realiza un análisis específico de la situación mecánica del cuerpo. Una vez analizada la situación física de la persona propone un proceso de trabajo que puede abarcar desde 1 sesión a x más, dependiendo de diferentes factores fisiológicos, psicológicos, sociales, rutina deportiva, metabolismo, alimentación, gravedad y tiempo de aquello que sea lo que a la persona le lleve al osteópata.

Una sesión de osteopatía no debe ser más dolorosa que el propio dolor que sufra la persona que visita al osteópata. De ahí uno de los 4 axiomas de la Osteopatía, la regla del no dolor.

La sesión comineza con calentamiento de la zona a trabajar y anexas, esto se hace con masaje; un tipo de masaje agradable que busca relajar y oxigenar las partes blandas, dejando en evidencia esas zonas dolorosas que la persona arrastra. A partir de aquí el osteópata utiliza diferentes técnicas manuales, y solo manuales, para aliviar las tensiones musculares, fasciales y demás tejidos conectivos.

Para terminar con la sesión se realiza una evaluación de movimiento articular y sus técnicas de manipulación osteopática, (TMO), para el buen deslizamiento de las articulaciones manipuladas, que pueden ser desde los pies hasta la cabeza, estas últimas con las TMO conocidas como osteopatía craneal.

También utiliza estudio del movimiento de las vísceras por sus conexiones a través de diferentes elementos a los huesos, de tal forma que con este trabajo integral se asegure la persona de un bienestar de larga duración.

Para el osteópata es muy importante la unión de cuerpo, mente y espíritu desde el punto de vista de las emociones. Es una forma integral y holística en su forma de trabajo, y en la busqueda del equilibrio físico y emocional.

Las sesiones varían desde los 30 minutos, 45 minutos o 1 hora, dependiendo de la necesidad de la persona.

En este gabinete, como se puede ver en la pestaña de servicios y precios, la separación entre sesiones es de 90 minutos, con lo que se garantizan dos cosas que nos parece muy importantes:

1. No trabajar con el reloj, sino con la necesidad del visitante.
2. No retrasar a la persona en largas esperas para ser atendido.