«Mi ciencia o mi descubrimiento nacieron en Kansas resultantes de múltiples intentos, realizados en la frontera, mientras combatía las ideas proesclavistas, las serpientes y los tejones y después, más tarde, a lo largo de la guerra de Secesión y hasta el 22 de junio de 1874. Como el resplandor del sol, una idea golpeó mi mente: a través del estudio, la investigación y la observación, me acerqué gradualmente a una ciencia que sería un gran efecto benéfico para el mundo.” (A.T. Still Autobiografía, 1898, p. p.73-74)
El fundador de la osteopatía es el Dr. Andrew Taylor Still, (1828-1917, Virginia, EE.UU.) Still era hijo de un médico y pastor metodista que le inició muy joven en la medicina. Su vida de pionero le permitió tener un contacto estrecho e intenso con la naturaleza. A partir de los años 1850, ayuda a su padre, que se ocupa de los indios Shawee. Esto le hace vincularse más aún con la naturaleza.
Desde muy joven Still sufría migrañas y nauseas. Un día, estando en el jardín de su casa, se tumbó en una hamaca reposando la cabeza sobre las cuerdas suspendidas sobre la base del hueso occipital, ejerciendo una suave tracción del cuello. Este pequeño gesto, le había quitado la tensión muscular en las cervicales, liberando el dolor de cabeza y de las nauseas que le acompañaban. Repitió este acto durante veinte años cada vez que sentía acercarse un episodio parecido. Entonces se dio cuenta de que ésta práctica suspendía la acción de los grandes nervios y musculatura occipital, armonizando el flujo de sangre arterial.
De esta forma, muchos de los principios del trabajo craneal fueron expuestos originalmente por Still.
Por la misma época nace una nueva corriente de osteopatía por parte de William Garner Sutherland, alumno del Dr. Still desde 1895 hasta 1898 que se graduó como osteópata.
William Gardner Sutherland. (1873-1954)
El Dr. Sutherland nació en Minnesota. En 1895 estudia osteopatía con el Dr. Still. En 1898 se gradúa a la edad de 25 años. El Dr. Sutherland está considerado el padre de la osteopatía craneal.
La Terapia Cráneo-Sacra es una forma de medicina complementaria relativamente reciente que se extiende con rapidez debido a que, tanto terapeutas como pacientes, están percibiendo su capacidad de acceder al núcleo de la enfermedad y del proceso sanador. La Terapia Cráneo-Sacra se basa en el descubrimiento realizado por su fundador, el Dr. William Gardner Sutherland, de los principios básicos de ordenamiento y curación del cuerpo humano.
Franklyn Sills explora algunos de estos principios y ofrece su experiencia personal. Franklyn Sills es codirector del Instituto Karuna, un respetado instituto donde se enseña biodinámica craneosacral y psicoterapia del proceso nuclear. A lo largo de su carrera, Franklyn ha estado en la vanguardia de los planteamientos biodinámicos pioneros del trabajo en el campo craneal.
El concepto craneal
Este nuevo punto de vista sobre el sistema humano, que el Dr. Sutherland denominó el Concepto Craneal, reconoce las raíces más profundas y las potencialidades más elevadas. Dentro de este sistema está contenido el concepto de la existencia de una fuerza de vida inteligente que se transmite por todo el cuerpo a través de sus sistemas de fluidos, y que se describe como el «médico interno» porque posee «potencias sanadoras inherentes», y una «Inteligencia», con «I» mayúscula. El Dr. Sutherland denominó a esta fluctuación rítmica, en forma de marea, del líquido cefalorraquídeo y de todos los fluidos del cuerpo en general, «Impulso Rítmico Craneal».
Este Impulso se expresa como un movimiento rítmico y sutil en los tejidos, y se denomina movimiento cráneo-sacral, actuando en todas las células y tejidos del cuerpo; tiene dos fases de movimiento, denominadas inhalación y exhalación primarias.
El Dr. Sutherland descubrió que la capacidad de palpar estos movimientos puede proporcionar una gran cantidad de información terapéutica.
Descubrió que el Impulso Respiratorio Primario tiene sus raíces anatómicas en las estructuras asociadas y unidas a la duramadre. La duramadre es la membrana que rodea el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso central.
El Dr. Sutherland considera este sistema, con todos los fluidos y las estructuras que se encuentran directamente unidas a él, como el Mecanismo Respiratorio Primario, que se ha convertido en uno de los principios fundamentales del Concepto Craneal. Este mecanismo se compone de cinco aspectos interrelacionados:
1.La fluctuación inherente del líquido cefalorraquídeo
Este es el movimiento en forma de marea del líquido cefalorraquídeo creado por la potencia del Aliento de Vida. Se expresa en la fase de inhalación del Impulso Respiratorio Primario como una subida general del fluido y la potencia en la totalidad del cuerpo y, en la fase de exhalación, como una bajada o descenso general de este fluido. Se puede percibir como una fluctuación en forma de marea, y no como una corriente de fluido lineal.
2.La motilidad inherente del cerebro y la médula espinal
En la medida en que las células del cerebro y la médula espinal asumen y expresan el Aliento de Vida, comienza una motilidad rítmica en el sistema nervioso central. Esto se expresa también como un movimiento recíproco bipolar en las dos fases del Impulso Respiratorio Primario, y puede ser palpado por unas manos sensibles y entrenadas.
3.El sistema de membranas de tensión recíproca
El sistema de membranas durales siempre expresa esta motilidad, o movimiento inherente, bajo tensión. Igualmente expresa un movimiento bipolar en las dos fases del Impulso Respiratorio Primario.
4.La movilidad de las suturas craneales
Este es el primer aspecto del sistema que atrajo el interés del Dr. Sutherland. Él había aprendido que el cráneo del adulto estaba fusionado, pero descubrió que esto no era así. Las suturas del cráneo tienen una movilidad y permiten que los diversos huesos craneales expresen igualmente el Impulso Respiratorio Primario en la forma de una motilidad recíproca.
5.El movimiento involuntario del sacro entre los ilíacos de la pelvis
El sacro está firmemente unido al sistema de membranas durales y, de este modo, forma parte del Mecanismo Respiratorio Primario. Igualmente expresa una motilidad involuntaria o inherente en el «polo inferior» de este mecanismo.
Estos cinco aspectos o relaciones suplen a los tejidos y fluidos del núcleo del cuerpo humano, que expresan un movimiento rítmico inherente, denominado motilidad, que puede ser palpado y sentido por el terapeuta entrenado. Este movimiento es el resultado directo de la potencia o bioenergía primaria del sistema humano y se considera una expresión de sus recursos sanadores.
El terapeuta establece con sus manos un contacto muy suave con los patrones de resistencia de los tejidos en el cuerpo y ayuda a facilitar que se liberen y reorganicen. El practicante llega a desarrollar una gran habilidad en la escucha y en la diferenciación entre los diferentes patrones de movimiento y las distintas pulsaciones del sistema humano. Ello requiere un claro conocimiento y entendimiento de la anatomía y fisiología, y una profunda apreciación de las dinámicas sutiles de movimiento de todos los tejidos y órganos del cuerpo humano.
Nuestra intención no será nunca la de «reparar» algo, sino la de estimular nuevos niveles de orden y equilibrio en la mente y el cuerpo. Esto se realiza a través de un contacto suave de las manos con los fluidos y tejidos del cuerpo. La Terapia Cráneo-Sacral es realmente un arte de la escucha del lenguaje del movimiento y pulsación en el cuerpo humano, sintiendo y entendiendo este lenguaje y respondiendo de manera apropiada a las necesidades sanadoras del sistema humano.
Franklyn Sills
Artículo cedido por la revista inglesa Caduceus
Traducción: Tara Blasco. Terapeuta Cráneo-Sacral
Revista Otoño 1998